En la frontera del prepirineo aragonés, Luna se ubica a orillas del río Arba de Biel rodeada de una fértil huerta. El municipio está salpicado de huellas que describen la historia de la zona, restos prehistóricos, castillos templarios, despoblados medievales, puentes románicos, ... y el Monasterio de Monlora, centro de la devoción y fervor religioso de los habitantes de la zona.
El entorno medioambiental combina el paisaje agrícola con el natural, cuya riqueza ecológica se compone de masas boscosas de especies autóctonas de encinares tipo carrascal, zonas repobladas de pinares, monte bajo arbustivo (tomillo, aliaga, boj,...), plantas aromáticas como el romero y tomillo.
Entre la fauna que habita este entorno podemos encontrar jabalíes, zorros, perdices, conejos y una numerosa y diversa población de aves rapaces.